jueves, 21 de febrero de 2013

Una excelente recomendación



Algunas veces, queridos amigos, pudieran desear en sus corazones que el Señor los usara grandemente, y, sin embargo, Él tal vez no lo haga. Bien, un hombre que se calla cuando Cristo le dice que lo haga, está glorificando a Cristo más que si abriera su boca y quebrantara el mandamiento del Maestro. Hay algunos miembros del pueblo de Dios que gracias a una manifestación tranquila, santa y consistente de lo que el Señor ha hecho por ellos, le glorifican más de lo que lo harían si fueran de lugar en lugar declarando Su Evangelio de una manera que haría que el Evangelio mismo fuera desagradable para quienes lo oyeran. Eso es muy posible, pues algunas personas lo hacen. Si el Señor me pone en primera fila, bendito sea Su nombre por ello, y yo tengo que pelear por Él allí como mejor pueda. Pero si Él me dice: “¡Quédate acostado en tu lecho! ¡Quédate allí durante siete años, y no te levantes del todo!”, no tengo nada más que hacer que glorificarle de esa manera. El mejor soldado es el que hace exactamente lo que su capitán le dice. 
C. H. Spurgeon . Jesús en Getsemaní

Un excelente consejo



Queridos amigos, cuando les sobrevenga alguna tribulación muy grande, sería bueno algunas veces que les pidieran a algunos hermanos y hermanas que no pueden hacer mucho, pero que pueden hacer algo, que vengan y velen con ustedes y oren con ustedes. Si no les hace ningún bien a ustedes, será bueno para ellos; pero les hará bien a ustedes también, estoy seguro de ello. A menudo –debo confesarlo- cuando me he sentido deprimido a causa de mi enfermedad más reciente, he contado con dos hermanos que se han puesto de rodillas conmigo en oración, y sus honestas, sinceras y fervorosas oraciones en mi estudio me han propulsado con frecuencia hasta la dicha y la paz. Yo creo que les ha hecho bien a ellos también; sé que a mí me ha hecho bien, y estoy seguro de que tú podrías ser a menudo de bendición para otros si no te importara confesarles que estás deprimido y triste en el corazón. Di: “entra en mi habitación, y vela conmigo una hora”; y a esa solicitud puedes agregar esta otra: “Entra y ora conmigo”, pues algunos de ellos pueden orar tan bien como tú lo haces e incluso mejor. Entonces imita al Salvador esforzándote no sólo en orar tú mismo, sino en llamar en tu ayuda, cuando sea inminente una gran tribulación, a la legión de los elegidos de Dios que oran. 
C. H. Spurgeon - Jesús en Getsemaní

martes, 19 de febrero de 2013

Algunos consejos para quienes deseen ser santos



3.   Algunos consejos para quienes deseen ser santos

a) Comiencen con Cristo. Algunas veces la gente trata de hacerse santa por sí misma, y el resultado es muy triste. Todo lo que necesitamos hacer es recurrir a Cristo; venir a Él por fe y quedar unidos a Él. “Separados de mí nada podéis hacer (Juan 15: 5) es como el propio Jesús lo expresó.

b) La santidad es un don especial de Cristo a Su pueblo. Es el resultado de estar unidos a Él. Si es la santidad lo que desean, entonces yo los exhorto a que no pongan su confianza en nada, a que no pongan su confianza en nadie; acudan a Cristo.

c) Para continuar en la santidad tenemos que permanecer en Cristo. Él es el médico a quien tienen que acudir diariamente si quieren mantenerse espiritualmente sanos. Él es el maná que tienen que comer cotidianamente, la roca de la cual han de beber continuamente. “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4: 13), escribió Pablo.

¡Que todos los que lean estas páginas conozcan estas cosas por experiencia y no meramente de oídas! 
J. C. Ryle - Aspectos de la santidad

    
    


viernes, 15 de febrero de 2013

Aspectos de la Santidad



h) Sin santidad en la tierra no estaremos preparados nunca para la santidad en el cielo. Nuestro carácter no se altera por la muerte. Resucitaremos en el día del juicio teniendo exactamente el mismo carácter con el que morimos. Únicamente aquellos que están preparados para el cielo serán felices en el cielo. Supongan por un momento que se les permitiera entrar en el cielo sin santidad. ¿Qué harían allí? La santidad está en todas partes en el cielo. ¿Qué dicha podrían encontrar allí?

Permítanme recordarles el versículo al comienzo de este capítulo: “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor (Hebreos 12: 14). Ciertamente tales palabras nos incitan al autoexamen. ¿Somos santos? ¿Pensamos, sentimos y actuamos como sabemos que Cristo pensaría, sentiría y actuaría? “Y todo aquel que tiene esta esperanza en él (Cristo), se purifica a sí mismo, así como él es puro (1 Juan 3: 3). Purificarnos a nosotros mismos es una ardua tarea, pero es esencial.

Yo no pregunto: ‘¿Asistes a la iglesia regularmente? ¿Has sido bautizado? ¿Te llamas cristiano?’ Yo no pregunto si apruebas las vidas santas de otros. Ni siquiera pregunto si puedes hablar sobre cosas santas; pregunto algo más: ‘¿Eres tú mismo santo en este preciso día?’
 J. C. Ryle - Aspectos de la Santidad
    
    

martes, 12 de febrero de 2013

Aspectos de la Santidad



f) Siendo santos ayudamos a otros a buscar la santidad. Nuestras vidas serán siempre un ejemplo ya sea para bien o para mal, un sermón silencioso que otros pueden leer. Es triste que nuestro sermón sea para la causa del diablo y no para la causa de Dios. ¡Oh, por causa de otros -aunque ésa fuera la única razón- esforcémonos por ser santos! “Para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra… considerando vuestra conducta casta y respetuosa (1 Pedro 3: 1).

g) Nuestro presente solaz depende de nuestra santidad. Con demasiada frecuencia olvidamos la conexión que hay entre el pecado y la aflicción. Olvidamos que el plan de Dios es que nuestra felicidad dependa de cómo cumplimos Su voluntad. “No amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. En esto sabremos que pertenecemos a la verdad y tendremos la conciencia tranquila ante Dios” (1 Juan 3: 18, 19). Cuando los discípulos abandonaron a Cristo y huyeron, escaparon al peligro pero fueron desdichados. Cuando más tarde confesaron al Señor valerosamente delante de los hombres se alegraron y estaban gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre (Hechos 5: 41).   
J. C. Ryle - Aspectos de la Santidad   

    
    


lunes, 11 de febrero de 2013

Aspectos de la Santidad



c) La santidad es la evidencia de que la fe en Cristo es real. Santiago advierte que existe tal cosa como una fe muerta; la fe verdadera produce fruto; nos hará santos (Santiago 2: 17, 18). Yo sospecho que la gente muere en la misma condición en la que vivió. Únicamente quienes viven una vida santa son los que mueren en justicia.

d) La santidad de vida demuestra que nuestro amor por el Señor es sincero. Las palabras de Jesús establecen esto muy claramente: “Si me amáis, guardad mis mandamientos (Juan 14: 15). “El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él (Juan 14: 21). “Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor (Juan 15: 9). ¡Sería difícil encontrar palabras más claras que éstas!

e) La santidad es la evidencia de que somos hijos de Dios. Jesús les dijo a los judíos que alegaban ser hijos de Dios: “Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais (Juan 8: 42). Tenemos que demostrar mediante nuestras acciones que nosotros en verdad pertenecemos a la familia de Dios.  
J. C. Ryle -Aspectos de la Santidad