sábado, 18 de diciembre de 2010

Diario de Spurgeon

8 de Mayo – 1850

Junta para ver asuntos de los maestros. Demasiadas bromas y ligereza que no van de acuerdo con mis opiniones de lo que debería ser un maestro de la escuela dominical. Señor, guárdame del mal del mundo y no permitas que me descarríe; pero si éstos son miembros de Tu pueblo, ¡ayúdame para que te sirva mejor que ellos, y para que sea más semejante a mi Maestro! ¡Oh Dios mío, guárdame siempre cerca de Ti; ayúdame a vivir más para Tu gloria, y a honrarte más de lo que lo hecho hasta ahora; a vivir únicamente para Ti, y gastar lo mío y aun yo mismo en Tu servicio! ¡Presérvame, perfeccióname, guárdame y bendíceme!

“¡Guárdame, oh guárdame, Rey de reyes,
Bajo Tus propias alas todopoderosas!”

Unas sabias palabras

Hermanos, si hay algo bueno en lo que es llamado catolicismo, o en el ritualismo, o en las modernas novedades filosóficas, que los fanáticos de esas religiones se queden con lo que encuentren ahí; nosotros no los envidiaremos, pues no podrían encontrar nada digno de obtenerse en sus formas de adoración o de creencia, que sea diferente de lo que ya tenemos en la persona del todo suficiente Salvador. ¡Qué importa que sus velas brillen radiantemente pues el sol mismo es nuestro! ¡Qué importa que sean sucesores de los apóstoles pues nosotros seguimos al Cordero mismo dondequiera que va! ¡Qué importa que sean sumamente sabios, pues nosotros habitamos con la propia Sabiduría encarnada! Déjenlos que vayan a sus cisternas, ya que nosotros nos atendremos a la fuente de agua viva. Pero en verdad no hay ninguna luz en sus luminarias; lo único que hacen es incrementar la oscuridad; son líderes ciegos de los ciegos. Ponen sus vacíos resonantes en competencia con la plenitud de Jesús, y predican otro evangelio que no es otro. La imprecación del apóstol sea sobre ellos. Ellos agregan a las palabras de Dios, y Él les añadirá sus plagas.
Sermón no.978 - Toda Plenitud en Cristo. C. H. Spurgeon